Venezuela enfrenta una dura batalla por elecciones libres y una transición a la democracia

 El régimen de Nicolás Maduro ha hecho todo lo posible por eliminar los mecanismos que garantizan elecciones justas en Venezuela. A pesar de que más del 80% de los ciudadanos se oponen al gobierno, Maduro busca mantenerse en el poder a través de maniobras electorales.

La situación en Venezuela sigue siendo extremadamente compleja cuando se trata de celebrar elecciones verdaderamente democráticas. Según la opositora María Corina Machado, el régimen de Maduro se ha encargado de quitar todos los controles y garantías que aseguraban que el voto de los venezolanos fuera secreto y decisivo. 

"En estos 23 años, el régimen se ha asegurado de ir quitando todos los mecanismos que garantizan a los venezolanos que tú puedes votar y que tu voto elige", explicó Machado en una entrevista.

Esto le da al gobierno de Maduro la seguridad de que, sin importar la opinión de la mayoría de los ciudadanos, podrá imponerse electoralmente y legitimar su permanencia en el poder. Y es que, como reconoce Machado, más del 80% de los venezolanos están en contra del régimen actual.

Pero la crisis venezolana va mucho más allá de los problemas electorales. En los últimos años, la situación humanitaria y económica se ha deteriorado gravemente. La migración masiva de venezolanos, que ya alcanza el 25% de la población, es la más grande de la historia. Mientras tanto, los salarios y pensiones han caído en picada.

Sumado a ello, han salido a la luz escandalosos casos de corrupción que involucran miles de millones de dólares. "Estamos hablando de Pdvsa, en donde se perdieron 20 mil millones de dólares, o sea más del doble de lo que es el presupuesto Nacional de Venezuela", denunció Machado.

En este complejo escenario, actores internacionales como Rusia, Irán y China han respaldado al régimen de Maduro, mientras que algunos gobiernos de la región se han acercado al socialismo. Por su parte, la administración Biden ha suavizado ciertas sanciones contra Venezuela.

Para Machado, la salida a esta crisis pasa por construir un liderazgo opositor confiable y unido que entusiasme a los venezolanos dentro y fuera del país. Esto implica permitir el voto de los migrantes y que los ciudadanos puedan fiscalizar el proceso electoral sin injerencia del régimen.

Tras la salida de Maduro, Venezuela tendría que emprender una profunda reconstrucción de sus instituciones, abrir su economía al sector privado y extranjero, y priorizar la educación y la salud. En palabras de Machado, es hora de "enterrar el socialismo y apostar por la libertad y el Estado de derecho".