Crónica de una guerra al borde del abismo nuclear

Hace más de 1000 días que Rusia lanzó su invasión de Ucrania. Tras el fracaso inicial en la batalla por Kiev, el conflicto se ha estancado en un desgaste mutuo en el este y sur del país.

Ucrania, cada vez más débil en tropas, armas y municiones, ha recurrido a una medida desesperada: autorizar el lanzamiento de misiles de largo alcance que pueden golpear territorio ruso. Una jugada arriesgada para tratar de equilibrar la balanza antes de que Donald Trump, más favorable a Rusia, asuma la presidencia de EEUU.

Sin embargo, este escalamiento amenaza con cruzar una línea roja. El presidente Putin podría responder con el uso de armas nucleares tácticas contra Ucrania, poniendo al mundo al borde de una conflagración nuclear.

La crónica refleja la dramática encrucijada en la que se encuentra Ucrania: resistir a toda costa o enfrentar una rendición humillante, aun a riesgo de desencadenar una crisis nuclear sin precedentes. El futuro inmediato se perfila incierto y peligroso mientras la población civil sigue sufriendo los estragos de una guerra que no da tregua.