Tensión comercial: Trudeau y Trump se reúnen en Mar-a-Lago ante amenaza arancelaria

El primer ministro canadiense Justin Trudeau aterrizó este viernes en Florida para una cena crucial con el presidente electo Donald Trump, en medio de crecientes tensiones por la amenaza de imponer aranceles del 25% a productos canadienses. El encuentro, que se extendió por tres horas en el exclusivo club Mar-a-Lago, marca el primer acercamiento entre líderes del G7 y Trump desde su victoria electoral el pasado 4 de noviembre.

La reunión, descrita como "positiva y amplia" por fuentes cercanas a las conversaciones, abordó temas críticos que van desde seguridad fronteriza hasta comercio bilateral. El ambiente distendido contrastó con la retórica previa de Trump, quien había amenazado con implementar aranceles generalizados tanto a Canadá como a México, vinculando la medida al flujo de drogas y migrantes a través de las fronteras estadounidenses.

Entre bocado y bocado, la velada contó con la presencia de figuras clave del futuro gabinete de Trump, incluyendo a Howard Lutnick, nominado para Secretario de Comercio, y Mike Waltz, designado como asesor de seguridad nacional. Por parte canadiense, destacó la presencia del ministro de Seguridad Pública, Dominic LeBlanc, evidenciando la importancia que Ottawa otorga a la relación bilateral.

La amenaza arancelaria no es un asunto menor: Canadá es el principal socio comercial de 36 estados estadounidenses, con un intercambio diario de bienes y servicios que alcanza los 2,7 mil millones de dólares. El 77% de las exportaciones canadienses tienen como destino Estados Unidos, incluyendo recursos estratégicos como petróleo, electricidad y minerales críticos para la defensa nacional estadounidense.

Antes del encuentro, Trudeau había advertido sobre las consecuencias de los aranceles: "No solo perjudicarían a los canadienses sino que aumentarían los precios para los ciudadanos estadounidenses". La delegación canadiense llegó preparada incluso con planes de represalia arancelaria, aunque esperando no tener que implementarlos.

Al finalizar la velada, un sonriente Trudeau se abstuvo de hacer comentarios al regresar a su hotel en West Palm Beach, dejando en el aire el resultado de las negociaciones. La cena, documentada en una fotografía publicada en X por el senador McCormick, mostró un ambiente aparentemente cordial, muy distante de los días en que Trump calificaba a Trudeau como "débil" y "deshonesto".

La reunión subraya la compleja dinámica entre dos naciones profundamente interconectadas, donde las decisiones unilaterales pueden desencadenar efectos en cascada para millones de ciudadanos en ambos lados de la frontera. El encuentro en Mar-a-Lago podría marcar el tono de las relaciones bilaterales para los próximos años, en un momento crucial para el comercio norteamericano.