Canadá frena la inmigración: Nuevas políticas buscan controlar el flujo de visitantes y solicitantes de asilo
Montreal, Canadá – Mientras Estados Unidos se enfoca en una política de línea dura contra la inmigración ilegal, Canadá también está ajustando sus políticas migratorias, aplicando medidas para controlar el número de visas emitidas y las solicitudes de asilo.
Un informe de Reuters revela que Canadá está experimentando una disminución en las peticiones de asilo, después de alcanzar cifras récord en 2024. Además, el gobierno canadiense está otorgando menos visas, reduciendo así el número de nuevos residentes permanentes.
Las nuevas medidas se enmarcan en una estrategia gubernamental para reducir la inmigración y aliviar la presión sobre los servicios sociales. "La inmigración es esencial para nuestra economía, pero las presiones sobre la vivienda y los servicios sociales exigen un enfoque más sostenible", explicó Marc Miller, Ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá.
El ministro Miller ha destacado que, a pesar de la importancia de la inmigración, el gobierno necesita tomar medidas para controlar el flujo de visitantes y solicitantes de asilo para evitar una sobrecarga en los servicios sociales.
Las nuevas políticas incluyen:
Reducción en la emisión de visas de visitante: El año pasado, Canadá emitió 1.5 millones de visas de visitante, menos que los 1.8 millones de 2023.
Reducción en la aprobación de nuevos residentes permanentes: Canadá planea aprobar 395,000 nuevos residentes permanentes este año, una cifra considerablemente menor que los 485,000 de 2024. El objetivo es alcanzar un número de 380,000 en 2026 y 365,000 en 2027.
Cambios en el control fronterizo: El Departamento de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá (IRCC) ha otorgado mayor autoridad a los guardias fronterizos para controlar a quienes ingresan al país.
Estas medidas han generado reacciones mixtas. Algunos sectores apoyan el control de la inmigración para evitar una sobrecarga en los servicios sociales y controlar el aumento de los costos de vivienda. Otros, sin embargo, argumentan que la reducción de la inmigración puede afectar el crecimiento económico y la fuerza laboral de Canadá.
El futuro de la política migratoria canadiense aún es incierto. La decisión de reducir el flujo de inmigrantes es un cambio significativo para un país que se ha caracterizado históricamente por su política de puertas abiertas. Sin embargo, la presión social y económica sobre la gestión de la inmigración ha llevado al gobierno a tomar medidas para asegurar un futuro más sostenible y controlado para Canadá.
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