El Polémico "It Ends With Us" Se Convierte en un Caso de #MeToo

 

Hollywood, California –  La batalla legal entre Blake Lively y Justin Baldoni, director de la adaptación cinematográfica de "It Ends With Us",  ha escalado a un nuevo nivel,  con acusaciones de  #MeToo  que amenazan con ensombrecer el proyecto.

 

Lively, quien protagoniza la película,  ha presentado una demanda enmendada que incluye testimonios adicionales de dos actrices,  Jenny Slate e Isabela Ferrer,  quienes alegan haber tenido experiencias incómodas con Baldoni o su socio en Wayfarer Studios,  Jamey Heath.

 

Aunque las actrices no han hecho declaraciones públicas,  el equipo legal de Lively asegura tener su permiso para compartir sus comunicaciones y participar en el proceso de descubrimiento.

 

El abogado de Baldoni, Bryan Freedman, ha desestimado las acusaciones,  calificándolas de "rumores sin fundamento"  y criticando la falta de pruebas de Lively.  También ha defendido a Heath,  asegurando que las acusaciones son "falsas".

 

La demanda también menciona comentarios amenazantes por parte de Steve Sarowtiz,  cofundador de Wayfarer,  quien habría comparado la protección de su estudio con la defensa de Israel contra Hamas.  Esta alegación,  junto con las acusaciones contra Baldoni y Heath,  sugieren un posible patrón de comportamiento inapropiado y una cultura de miedo dentro de Wayfarer Studios.

 

La batalla legal entre Lively y Baldoni se ha convertido en un enfrentamiento público,  con ambos bandos buscando influir en la opinión pública.  La inclusión de las alegaciones de #MeToo  ha añadido una nueva dimensión a la controversia,  transformando el caso en un debate sobre el poder,  la cultura de Hollywood y la lucha contra el acoso sexual.

 

El caso de "It Ends With Us"  es un recordatorio de los desafíos que enfrentan las mujeres en la industria del entretenimiento al denunciar el acoso y la mala conducta.  El impacto de las acusaciones en la película y en las carreras de los involucrados aún está por verse,  pero la controversia ha desatado un debate crucial sobre la cultura de Hollywood y la necesidad de una mayor responsabilidad.