Informe Preliminar de la NTSB Revela Peligrosos Fallos de Seguridad en el Aeropuerto Nacional Reagan

 

 

Washington D.C. – La Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) ha publicado un informe preliminar sobre el trágico accidente aéreo ocurrido en enero de 2025 en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington D.C., donde un helicóptero Black Hawk del Ejército de los Estados Unidos colisionó con un avión regional de American Airlines, causando la muerte de 67 personas. El informe, lejos de ofrecer un simple recuento de los hechos, revela un preocupante patrón de casi-colisiones en el espacio aéreo del aeropuerto, destacando fallas sistémicas que ponen en riesgo la seguridad aérea.

 

El documento de la NTSB no solo detalla los eventos que llevaron a la fatal colisión, sino que también presenta una serie de recomendaciones de seguridad urgentes. Se destaca la necesidad de prohibir el vuelo de helicópteros por una ruta específica sobre el río Potomac durante ciertas operaciones, una medida que, según la NTSB, podría prevenir futuras tragedias. La investigación, aún en curso, busca determinar la causa probable del accidente, pero el informe preliminar ya apunta a un problema más amplio: la alta frecuencia de casi-colisiones en el área.

 

Miles de incidentes cercanos registrados en los últimos años en el Aeropuerto Nacional Reagan pintan un cuadro alarmante. La NTSB indica que estas casi-colisiones, muchas de ellas involucradas con helicópteros, representan una amenaza latente que no se ha abordado con la suficiente diligencia. El informe sugiere que la falta de medidas preventivas adecuadas contribuyó al ambiente de riesgo que culminó en la fatal colisión de enero.

 

La investigación continúa, recopilando datos de las cajas negras de ambas aeronaves, registros de control de tráfico aéreo y entrevistas a testigos y tripulantes. Mientras tanto, la NTSB enfatiza que, a pesar de la excepcional seguridad de la aviación en general, siempre existen áreas para mejorar. Este informe preliminar sirve como un llamado de atención para implementar medidas correctivas inmediatas y prevenir futuros desastres. La tragedia del pasado enero no debe repetirse. La presión ahora recae sobre las autoridades competentes para actuar con rapidez y eficacia, implementando las recomendaciones de la NTSB y garantizando la seguridad de los pasajeros y tripulantes que utilizan el Aeropuerto Nacional Reagan.