La sombra de la violencia se cierne sobre el nuevo gobierno sirio: Ejecuciones extrajudiciales empañan la transición

 

Damasco, Siria, 9 de marzo de 2025 - La violencia en Siria ha escalado a niveles alarmantes, con informes de ejecuciones extrajudiciales empañando el proceso de transición hacia un nuevo gobierno. Tras la salida de Bashar al-Assad del poder en diciembre del año pasado, la nación ha experimentado el peor brote de violencia desde el inicio del conflicto, dejando a la población temerosa e insegura.

 

Según la Red Siria de Derechos Humanos (SNHR), un grupo de monitoreo independiente, se han registrado al menos 642 muertes, incluyendo civiles, en los últimos meses. La mayor parte de las víctimas son alauitas, grupo religioso minoritario al que pertenecía el ex presidente Assad. Se habla de ejecuciones extrajudiciales cometidas por hombres armados leales al gobierno sirio, principalmente en las ciudades de Latakia y Tartous, bastión de la población alauí.

 

El gobierno ha negado las acusaciones, atribuyendo la violencia a "individuos" y no a un patrón de violencia estatal. Sin embargo, la creciente ola de violencia ha generado una profunda preocupación por la seguridad y la estabilidad del país. El presidente interino de Siria, Ahmad al-Sharaa, ha pedido unidad nacional y ha ordenado una investigación independiente, pero las tensiones entre la población siguen siendo altas.

 

Las ejecuciones extrajudiciales se han atribuido a un intento de venganza por parte de los leales a Assad, quienes se habrían rebelado debido a ataques previos del nuevo gobierno contra los alauitas.

 

La situación en Siria sigue siendo extremadamente volátil. La violencia y la falta de control por parte del nuevo gobierno generan una profunda incertidumbre sobre el futuro del país. La comunidad internacional observa con preocupación la escalada de violencia y exige una respuesta urgente para proteger a la población civil y garantizar una transición pacífica y estable.