Trump da un golpe a la ayuda internacional: USAID pierde el 83% de sus programas

 

Washington D.C., 9 de marzo de 2025. En un movimiento que ha generado conmoción en la comunidad internacional, el gobierno de Donald Trump ha anunciado la eliminación del 83% de los programas de la agencia estadounidense de desarrollo USAID, la cual se encarga de distribuir ayuda humanitaria en todo el mundo.

 

El secretario de Estado, Marco Rubio, fue el encargado de dar a conocer la noticia, asegurando que los 5.200 contratos cancelados  representan miles de millones de dólares en gastos que no favorecían los intereses nacionales de Estados Unidos.

 

"Tras una revisión de seis semanas, estamos cancelando oficialmente el 83% de los programas de USAID,"  anunció Rubio a través de su cuenta en X.  "Los contratos ahora cancelados implicaron gastos de miles de millones de dólares en formas que no favorecieron (y en algunos casos incluso dañaron) los intereses nacionales fundamentales de Estados Unidos,"  agregó.

 

La decisión del gobierno de Trump se basa en una orden ejecutiva firmada en enero, con la que se congeló toda la ayuda exterior para evaluar su conformidad con la política del gobierno.

 

La agencia USAID, creada en 1961,  se ha dedicado a distribuir ayuda humanitaria mediante programas de salud y de emergencia en 120 países.  Su presupuesto anual, que ascendía a 42.800 millones de dólares,  representaba el 42% de la ayuda humanitaria distribuida en todo el mundo.

 

Trump y sus aliados han justificado la decisión argumentando que la asistencia exterior es un despilfarro que no sirve a los intereses estadounidenses.  Sin embargo, las organizaciones dedicadas a prestar esta ayuda defienden que gran parte de la asistencia sí contribuye con los intereses del país al promover la estabilidad y la salud en el exterior, y que los recortes amenazan la vida de las personas más vulnerables.

 

La decisión de Trump ha generado fuertes críticas por parte de organizaciones humanitarias y expertos internacionales,  quienes advierten sobre las consecuencias negativas que podrían tener los recortes para millones de personas en todo el mundo.

 

La decisión de Trump marca un cambio radical en la política exterior estadounidense en materia de ayuda internacional,  impulsada por una visión que prioriza los intereses nacionales por encima de la asistencia global.   Este movimiento podría tener un impacto significativo en la lucha contra la pobreza, la desigualdad y las crisis humanitarias en el mundo.