Un colmillo de mamut reaviva el pasado prehistórico de Texas

 

Rancho O2, Texas, 18 de marzo de 2025 - Un cazador, en busca de ciervos en el vasto Rancho O2 del oeste de Texas, tropezó con un hallazgo que ha reavivado el interés por el pasado prehistórico de la región: un colmillo de mamut fosilizado. El descubrimiento, realizado en un lecho de arroyo en una zona desértica del Chihuahua, ha despertado la fascinación de arqueólogos y paleontólogos.

 

El colmillo, inicialmente confundido con un tocón viejo, fue identificado por expertos de la Universidad Sul Ross, quienes confirmaron su autenticidad y procedieron a excavarlo cuidadosamente. El hallazgo ha generado gran expectación, ya que los restos de mamut son un evento inusual en el oeste de Texas.

 

"Es un descubrimiento extraordinario", afirma Bryon Schroeder, director del Centro de Estudios de Big Bend de la universidad. "La última vez que se encontraron fósiles de mamut en esta región fue en la década de 1960".

 

El colmillo, aislado del resto del esqueleto, se cree que perteneció a un mamut colombino (Mammuthus columbi), una especie extinta que habitó gran parte de Norteamérica durante la última Edad de Hielo. Estos gigantes prehistóricos, conocidos por su tamaño y su impresionante trompa, podían alcanzar hasta 4 metros de altura y pesar hasta 9.000 kilogramos.

 

El descubrimiento de este colmillo, en una zona donde los restos de mamut son escasos, es un testimonio de la riqueza paleontológica de Texas. Los expertos esperan que el análisis de datación por carbono, que se realizará en las próximas semanas, arroje más información sobre la edad del fósil y la época en que estos animales habitaban la región.

 

"Este hallazgo es un recordatorio de la historia fascinante de Texas y de la presencia de estos increíbles animales en nuestro pasado", asegura Will Juett, administrador del rancho. "Es un privilegio poder ser parte de este descubrimiento y contribuir a la comprensión de la prehistoria de nuestra región".

 

El colmillo de mamut, un vestigio de un pasado remoto, se encuentra ahora en el laboratorio de la Universidad Sul Ross, donde será estudiado con detenimiento. Los expertos esperan que este descubrimiento abra nuevas oportunidades para comprender mejor la fauna prehistórica de Texas y para desentrañar los misterios del pasado de esta región.

 

El hallazgo en el Rancho O2 ha reavivado el interés por la prehistoria de Texas, recordándonos que la tierra que habitamos esconde secretos fascinantes que esperan ser desvelados.