¡Big Brother en la Casa Blanca! ¿Un estado de vigilancia en Estados Unidos?

La privacidad en Estados Unidos está bajo amenaza. No se trata de las grandes empresas tecnológicas que rastrean nuestros hábitos de compra o nuestras búsquedas en internet. La amenaza ahora viene del propio gobierno, específicamente del DOGE (Departamento de Eficiencia Gubernamental) que se está convirtiendo en un gigante del espionaje sin precedentes.

 

Una periodista del New York Times, Julia Angwin, nos pone frente al espejo en un ensayo donde acusa al DOGE, bajo la administración Trump, de estar construyendo un sistema de vigilancia nacional que no tiene comparación en la historia de Estados Unidos.

 

Según Angwin, el DOGE tiene la capacidad de acceder a información personal de cualquier ciudadano, desde sus ingresos hasta sus registros médicos. El gobierno estaría utilizando la inteligencia artificial para escrutar las comunicaciones de los empleados del gobierno, buscando a quienes se opongan a Trump o a Elon Musk, creando un clima de miedo y censura.

 

"Es como si hubieran creado un archivo con la capacidad de arruinar a cualquier persona", señaló Angwin, aludiendo a una "base de datos de la ruina" que podría ser usada para chantaje, discriminación, acoso o incluso robo de identidad.

 

La periodista explica que esta base de datos sería una violación flagrante de las leyes de privacidad existentes, las cuales fueron diseñadas para proteger la información personal de los ciudadanos. "Es como si no hubiera nadie cuidando de nuestras vidas privadas", expresó Angwin, criticando la falta de una agencia federal de protección de datos con poderes de investigación.

 

Angwin nos invita a reflexionar sobre el futuro de la privacidad en Estados Unidos. ¿Estamos a punto de vivir en un país donde el gobierno puede vigilar nuestras vidas con total impunidad? ¿Se está erosionando nuestra libertad individual a pasos agigantados?

 

Es un llamado de atención para todos los estadounidenses. Si no se toman medidas para detener la creación de esta "base de datos de la ruina", el futuro se presenta oscuro para la privacidad y la libertad en Estados Unidos.